viernes, 11 de marzo de 2011

hoy voy ganando, ayer perdí. cap 81.




Apenas llegamos al rave Darío empezó a vender junto con titán yo por mi parte me quedo bailando y fumándome un buen porro de la mejor calidad, había un grupo de mujeres mirando insistentemente hacia mí, esto siempre me había encantado que las mujeres me miren y siempre causo curiosidad, ahora me resultaba incomodo, empiezo a tomar y fumar cuando menos lo noto el tiempo se ha ido volando marjorie se fue al baño así que la sigo para entrar al de hombres traigo el bote de ella en la mano apenas entro noto que una de las mujeres que me miraba me siguió y entro detrás de mí, sonríe descaradamente, lleva su cabello castaño claro y ropa muy sensual no es mi tipo para nada pero no negare que esta buena y lleva los ojos mas rojos que haya visto jamás, dejo el bote de cerveza sobre el tanque del baño y prendo el porro que llevo en la boca mientras desecho todo el liquido en el retrete sin salpicar, pedo pero no pendejo, la chica no ha dicho nada aun está mirando siento su mirada a mi espalda me quita el cigarro de la boca y le da una calada profunda no me deja ni cerrarme el pantalón cuando baja la tapa del baño y me sienta en ella sin dudarlo se sube a mis piernas, soltando el humo a mi cara, me empieza a besar el cuello yo solo me dejo llevar, la puerta suena y yo me pongo nervioso y me muevo un poco y ella se cae de pompis el ruido fue fuerte, pero ella solo ríe, me levanto en chinga a levantarla



-¿estás bien?- y no contesta camina de espalda hacia la puerta que tenía un mensaje claro para mi “ve a tu
 maldita casa” eso diría Leah la chica salió del baño ahí fuera de este está marjorie con cara de interrogación, mierda pude haberlo hecho con esa tipa, Santiago que te pasa.

-¿Qué pedo buey que hacías con ella dentro?

-nada, nada, toma quédate con esto-, le pase el porro a marjorie que se quedo sorprendida y no dijo más.

Por la mañana desperté con una cruda de la puta madre estuve a punto de no sé qué cosas yo Santiago Bazua el que siempre tiene el control, y es que Leah donde carajos estará me pesa reconocerlo pero al chile no soy mucho sin ella, que guarrada sin ti Leah, ahora si a ir al San Nicolás.

-¿Santiago te llevo?

-no papa me voy en la patineta-









Estaba en mi habitación con el sol apenas entrando, extraño tanto a Santiago si tan solo el hubiera aceptado que viniera yo estaría más tranquila digo podría tenerlo aquí cerca o por lo menos hablarle por teléfono pero no ni eso puedo hacer y luego ayer el beso salió tan fluido que ya ni sé si fue por Santiago o por Ian, me levanto con toda la flojera del mundo aun me queda mucho que ensayar.



Estaba acostada comiendo una hamburguesa después de todo ayer no comí y encima hice ejercicio, igual ayer no debí salir de fiesta con marjorie y el resto, apenas si puedo moverme, la neta estoy muy cansada, y Samuel no ayuda en mucho no sé como aguanto tanto a este hombre, Charlie muere de coraje cuando saco al tema a mi novio ayer parecía loco, él sabía que no me podía ir a su casa así que le pedí a Samuel que pasara por mí al rave ya era de madrugada y aun así paso es todo un lindo.

Me encanta el resultado de una noche perfecta con esteban podría ser mejor si mis padres no llamaran cada cinco minutos, estoy segura que hace años el no tiene que lidiar con las llamadas de “donde estas” “ya vienes” “pásame a tu amiga” y por supuesto me he tenido que volver un poco mentirosa digo es puro instinto de supervivencia.

Apenas Salí de bañarme mire a Hortensia sentada en la mesita que está cerca de la ventana de mi cama, no había puesto el seguro como siempre que duermo en la tina aunque ayer apenas si dormí, hortensia llevaba un cigarrillo en la boca y estaba guapa como siempre era grande pero tanto tiempo en la familia le había dado estilo, presencia y claro el cariño mío.

-Buenos días hortensia, ¿Qué haces parada tan temprano?

-mi niña yo seré vieja y un poco sorda y ciega cuando se trata de ti pero me preocupa que estés así.

-¿así como?

-¿Por qué duermes en la tina marjorie, tu cama es ergonómica, tienes almohadas de la mejor calidad sabanas de seda y todo y sin embargo te quedas con tu tina.

-mira hortensia gracias por ser tan paciente conmigo pero no es tu problema donde duerma.

-tendré que hablar con tu madre y espero estudies mucho porque si no ella no vendrá a México.

-¡QUE! ¡No ella prometió que vendría!!

Y ahí me quede con la cabeza llena de dudas antes de llegar al San Nicolás, el celular sonó era Isabel, quería ir de compras esta tarde.



-¡LEAH CORONEL!

Grito un joven que llevaba una guitarra en la espalda era Ian, que venía detrás de mí.

-Hola-

-¿estás bien?

-si solo que ayer te fuiste así nada mas ¿te molesto?

-no para nada incluso no se he pensado que, tal vez podríamos salir para seguir ensayando, ayer tú te veías tan dudosa.

-si estoy un poco harta de tanta duda, quiero salir y reventar.

-pues no sé si pueda hacerte reventar pero-. Se acerco despacio a mi tenía sus ojos azules frente a mí de nuevo las dudas que esas no se van nunca, quiero besarlo pero no, el se acerca mas y mas tentándome a esos labios lo hago o no.

-yo…

-es solo un ensayo lo prometo- dicho esto el beso fue largo y no fingido me deje llevar, por un momento Santiago desapareció, dios que vida tan loca.



El colegio se fue deprisa, en uno de los recesos creí ver a Roberto, recuerdan mi ex ese hijo de puta, bueno pues según Santiago fue mero delirio mío, Isabel me espero fuera del san Nicolás iremos a comprar no se qué cosa esto de no tener carro y andar con chofer no me agrada, le he dicho a Gala que no se fie del suyo por eso de que el la lleva con Esteban.

-Marjorie!! ¿Estás bien?

-¿Eh? Si Isabel, ¿a dónde vamos?

-tu saca la chequera mama, porque hoy compraremos algo grande.

Y si apenas mire que era descubrí que el efectivo en mi cartera no alcanzaría

-¿carros? Eso vienes a comprar.

-venimos marjorie, ya me arte del chofer con todo respeto Pedro-. Isabel salió del carro ya sabía que camioneta compraría, su padre solo la había dejado una opción

-¿hummer? Neta serás como Isabel la trailera o algo así, ya la que compres se llamara matona.

-las que compremos

-no Isabel después del último susto no quiero ningún carro, sabes que iré aquí a lado tu compra alguna hummer la que quieras yo iré por algo más pequeño.

-ok- cuando entre a la otra agencia mire a Pía, con Charlie dándose un besito sobre un carro

-¡Marjorie!!

-¡Pía, que onda amor!- dije saludando de beso y todo

-Charlie me vino a comprar un carro, ¿Qué te parece?

-¡wuaw! Maravilloso.

-¡Ey que onda tu también vienes por un carro!

-si Charlie, el anterior murió

-que mala onda, marjorie ben acompáñanos al carro quiero darte algo para Darío
-ok

Salimos de la agencia y llegamos a su carro abrió la cajuela y saco una maleta.

-solo dásela, ok.

-ok

-marjorie mira con lo que me divertí hoy- pía saco un frasco blanco helado muy conocido ya para mí.

-Jajaja, tarada te vas a venir muriendo un día de estos

-¿quieres?

-ok, ok, dame- pía hecho un poco de eso encima del hombro de Charlie yo inhale profundo de nuevo el efecto ya conocido, el sentir que te vas pero aun estas ahí parada, de pronto ya no pude mas, y caí al suelo, un policía se acerco llamando por radio, Charlie se asusto al verlo y yo reaccione rápido en el suelo solo abrí los ojos y quite mi cara de boba.

-¿está bien señorita?

-si no se preocupe, síntomas de embarazo- dijo pía riendo, mientras Charlie y el policía me ayudaban a pararme, Isabel estaba detrás del policía con la boca abierta

-gracias poli que amable.

-Jajaja, tonta-

-pía me tengo que ir, a seguir comprando, ¿vas a cenar hoy conmigo a mi casa?

-va, te veo ahí.

Isabel me miro extrañada pero no le di ninguna explicación igual no sabía hasta donde había visto.

-¿Qué compraste?

-nada, no sé, me gusta ese carro viejo.

Señale un carro viejo rojo, cadillac estaba hermoso convertible y todo, claro no estaba a la venta solo estaba ahí estacionado.

-¿les puedo ayudar en algo?

Se acerco un vendedor.

-sí, claro quiero un fiesta automático con aire.

-de acuerdo, ¿Qué color?

-negro, al contado con un cheque y rápido porque tengo hambre

Apenas dije esto y el vendedor tardo quince minutos en darme a firmar la compra, el carro llegaría en la tarde, listo resulta más fácil comprar un carro que unos zapatos.



Al día siguiente

Sobre la puerta del teatro un letrero en grande “ensayó general” tenía que ponerme el vestidito y toda la cosa, Ian paso rápido por el camerino mal iluminado todos estábamos con todos ahí no había nada de mujeres y hombres con las prisas la parte trasera del telón se convertía en el camerino con algunos tocadores de focos y muchas sillas algunos grafitis de artistas que estuvieron ahí.

-¡al escenario todos!! ¡Aremos el ensayo hasta las 6 de la tarde de aquí no entra ni sale nadie!



Salí corriendo a casa de marjorie, entre como si nada el portero del edificio ya me conocía

-¡marjorie! ¡Darío!- nadie contesto, subí las escaleras y entre de golpe al cuarto de marjorie.

-¡fuera! ¡Salte!!- marjorie me grito como loca cuando entre ella estaba con Max en situación intima la verdad ni alcance a ver nada, cerré la puerta muy rápido como instinto, marjorie es mi hermana por lo tanto es como ver a tu hermana desnuda con un buey excepto por que si fuera mi hermana yo lo madrearía.

-¿sabes el hotel donde está Leah?

-¿Qué? No tengo nada solo el nombre del teatro

-dámelo

-teatro español pero no tengo idea de donde sea eso ¿para qué lo quieres?

Ya no alcance a contestar a su pregunta ya había salido corriendo del edificio.



Una mujer de pelo rojizo entrando a una farmacia con las mano dentro de las bolsas del pantalón aun llevaba las zapatillas de ballet, tomo una prueba de embarazo y apenas pago salió corriendo del lugar, sin pensarlo al minuto siguiente estaba en el teatro, un guardia apenas iba a cerrar la puerta mi escusa fue que era bailarina y me creyó entre derrapando por suerte Leah estaba ahí hablando con una muchacha de vestido negro, llegue a interrumpirla.

-¡Ey Marian! ¿Qué haces acá, paso algo?

-tengo que hacerme esta prueba-saque la prueba de embarazo de mi bolsa, así de fría se puso la mirada de Leah al verla.

-ok ve atrás del escenario has la prueba y en diez minutos estoy contigo.

-gracias Leah- apenas me desaparecí Leah subió al escenario me gustaría verla actuar.





Tarde tres horas en llegar a la puerta del teatro dos en avión y una en taxi, la puerta para mi puta suerte estaba cerrada y Leah no contestaba el móvil, un guardia se acerco haber que quería, el pregunto que si era uno de los bailarines y yo mentí, el teatro en silencio y obscuro, el telón se levanto sobre el suelo Leah, un tipo sosteniendo su cabeza y su mano pareciera que ella está muerta

-Mis labios, como dos ruborosos peregrinos,están prontos, están prontos a suavizar con un tierno beso,tan rudo contacto.

Apenas dijo esto él se acerco a mi Leah me quede helado, se acerco despacio a los labios finos de Leah, apenas la beso, sentí un golpe en mi estomago, no comprendía lo que pasaba en mi cuerpo el telón bajo y la escena cambio….Leah desapareció tras el telón yo me quede ahí inmóvil muerto de coraje y rabia.



Apenas acabo la escena Salí corriendo a encontrarme con Marian.

-¿Qué paso ya la hiciste?

-si, pero aun no está el resultado-dijo mientras se paraba a dejar la prueba de embarazo sobre el tocador-, Leah gracias por acompañarme, muero de miedo no se que podría pasar, yo no…

-ya Marian veras que sale bien se ve que leo te quiere mucho-dije consolando las lagrimas que no paraban.

-prométeme que no dirás nada hasta que yo lo haga, a nadie.

-si, si te lo prometo.

-¡LEAH!- algunos gritos se escucharon desde el pasillo, la vos era de Santiago, Marian se asusto y salió corriendo al baño a encerrarse.

-¿Santiago?

-que estabas haciendo haya arriba, besándote con ese buey.

-es una escena de la obra Santiago, ¿tú qué haces acá?

-yo como buen estúpido no, no pendejo viene a buscarte porque pensé que no se estarías mal pero veo que estas muy bien se nota que ese tipo muere por ti

-¿Y? eso a ti no te debe importar porque te recuerdo que tu y yo nomas no somos nada

-si, sabes no me importa porque así como te deje entrar te puedo sacar, así de fácil yo no tengo tiempo para niñas tontas.

-ocupa tu tiempo en alguien a quien le importes, dudo que encuentres en quien pero anda intenta alguna prostituta o yo que sé.

Santiago me tomo por el brazo estaba furioso tenia los poros de la nariz más abiertos y sudaba, se acerco al filo de mi boca

-¡de ti ya ni me acuerdo!

-¡! Largo!!- Santiago se dio media vuelta y salió Marian aun con los ojos llorosos, yo no lloraba solo respiraba entre cortado me faltaba el aire y quería gritar y llorar.

-una lagrima nada mas, eso es lo único que un hombre se merece- y así como lo dijo lo hice solo salió una lagrima y la disfrute tanto que pase a lo que importaba el embarazo, tome la prueba y la mire directo a los ojos ella lo sabia Marian sabia que pasaba-, no quiero saber, te veo al rato.
Apenas dijo esto salió corriendo por la puerta trasera del teatro.

-¡POSITIVO!! ¡¡MIERDA!!

-¡Leah a escena!- oí mi nombre, y tire la prueba en el cesto de basura, y Salí corriendo de los camerinos.



¿Qué tiro en el cesto? ¿Positivo?, me agache al bote de basura, había papeles y solo una cosa llamo mi atención, la prueba de embarazo con una carita feliz pintada, la solté y me fui para atrás cayendo de nalgas.

-no mames no puede estar embarazada, ¡no!- me puse de pie y Salí corriendo de ese lugar, quería salir de ahí quería regresar a casa, Leah embarazada, mi Leah.

Tarde tres horas para llegar a la puerta de mi casa, dos de avión y quince minutos de taxi y el resto en el bar bebiendo un poco, apenas entro mi padre está en el recibidor, me saluda.

-¿Dónde te has metido?

-te aseguro que no he perdido tiempo, lo he gastado en salir, beber, el rollo de siempre ya sabes- subí las escaleras y avente mi puerta con seguro

-¡Santiago!! ¡Abre!!

Tome mi costal de box y lo golpee y golpee hasta que saliera sangre de los nudillos.

-¿Qué voy hacer sin ti Leah?

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