domingo, 13 de febrero de 2011

a la feria lo que te apendeja. cap.75




Mi mano aprieta fuerte el sobre el tapete, mis pies se acalambran, leo esta encima mío me encanta su aroma, su cuello queda cerca de mis labios, paso mi lengua sobre este, oigo como su respiración se acelera, y su gemido es lento y cerca de mi oído, la puerta de la casa se abre, Leo se congela sobre mi siento como el corazón se acelera, lo único que nos cubre de quien entro a la sala es un sillón, se oye la puerta de cristal abrir y cerrar.

-¿Quién será?-. Pregunto leo no conteste solo me puse de pie y alcanzo a ver a Rodrigo quitándose su camisa, para empezar a limpiar.

-será mejor que te vayas leo-.tome mi ropa mientras leo hacia los mismo, cambiándose de prisa.

-¿te veo en la noche?

-sí, creo que quieren ir a la feria o algo así.

-ok, quiero subirme a los juegos-.dijo entusiasmado, saliendo de la sala, solo escuche la puerta azotándose, yo me quede sentada frente a la puerta de cristal, viendo a Rodrigo.



Vengo del San Nicolás, demasiado trafico para mi padre odia que llegue tarde a comer, hoy en el san Nicolás todas murieron de la envidia por la ropa que llevábamos, le compre a Santiago algunas camisetas, y unos tenis que le encantaron, no he hablado con él, pero lo haré hoy en la noche cuando estemos en la feria.

Cuando llego a mi casa mi padre está sentado listo para comer, llego y le planto un beso en la mejilla y lo atrapo entre mis brazos como siempre el tan frio se queda inmóvil

-¿Qué me vas a pedir Leah? Cuando eres así es por qué quieres algo

-papa eso es lo de menos, traigo noticias.

No cavia en mi la emoción el hecho de que me hayan aceptado era difícil haber entrado siendo un principiante en una obra tan buena con un buen director, aun no era seguro primero tenía que ir al entrenamiento pero lo más seguro es que quedara.

-¿Qué noticias son Leah no quiero sorpresitas?- apenas dijo esto supe que no iría nada bien, aun que lo veía venir, y si la noticia no le cayó nada bien.

Empezó a dar de gritos – no entraras no iras que pasa con escuela acaso no te importa, yo no quiero que seas como tu madre apasionada por cosas que no dejan nada en la vida, si lo haces olvídate de mí, de esta casa y de mi dinero por qué no veras nada de eso ya
Dicho esto se quedo quieto y siguió comiendo la pasta que tenía en el plato, mis ojos se llenaron de agua, no lo podía creer, estaba furiosa, tome el plato y lo lance con fuerza al piso haciendo que la pasta volara por todas partes, lupita la cocinera se llevo las manos a la boca, me quede esperando una respuesta de mi padre, pero no hubo ninguna, el siguió comiendo.

-¡AH!!- Salí corriendo de la casa, arrancando el automóvil a toda prisa.

No sabía a dónde ir, de un momento a otro estaba frente a casa de Bass, tenían la puerta abierta, en la sala estaba Ana sobre un sillón viendo Tv, Jeff el vocal, estaba tragando con el refrigerador abierto mientras cantaba, para su suerte Bass tiene micrófono inalámbrico.

-¡BASS Leah está aquí!-dijo por el micrófono, con la boca llena.

-¿no interrumpo nada o sí?

-no ya no estamos ensayando, bueno Bass ya no está ensayando, peleo con Ana.

-¡El empezó!-.grito Ana desde la sala

-vamos atrás, pero ten-.Jeff extendió una servilleta, supongo que tengo los ojos manchados.

-gracias.

-claro.-

En cuanto salude a la banda Bass los corrió de ahí, solo quedamos Jeff y yo, No toque el tema de la actuación ni de cómo había reaccionado mi papa, Bass se veía bastante afligido.

-No tenemos bajista, Ana esta valiendo madres, no he visto a mis amigos, ¡Como vale madres!-. Bass solo daba vueltas por el estudio, con un porro en la boca, movía de lugar el poste del micrófono, agarraba y dejaba su guitarra, Jeff prendió la luz del loft me encantaba como lo había acondicionado para ser un lugar de ensayo, se suponía que era el jardín, pero de eso no quedaba nada, ahí podías gritar y nadie escucharía, ahí no entraba ni salía ruido.

-Yo digo que vayamos a buscar un bajista ¡Ya! Dejes a Ana y mandes a la mierda a todos.

-Que drástico Jeff, yo digo que por mientras vayamos a la feria y hables con marjorie.

-ok me agrada lo de la feria hace años que no voy, ¿te apuntas Jeff?

-uh loco yo amo la feria.



Apenas si Salí de la ducha, reviso mi facebook, un inbox de marjorie, “Vamos a la feria, ¿paso por ti?” enseguida le confirme, seque mi pelo y lo peine , para después recogerlo, tome un pantalón, unos tenis, blusa y mi chamarra, apenas si me puse polvo, rubor, y un poco de gloss sobre mis labios gruesos, extrañaba a Esteban si mi padre supiera que salgo con un profesor seria su colmo de colmos, ya que es Delegado de educación ya sabes el mero mero, de todas Las escuelas, con este ultimo pensamiento empiezo a reír como loca no sé si de nervios o de que, el celular suena es esteban.

-¡AMOR!

-hola amor ¿Qué haces?

-me arreglo por que iremos a la feria, te veo ahí.


-Jajaja ¿es una invitación?

-claro, no va nadie a quien no le tenga confianza.

-ok, solo porque hoy no te vi nada, te veo ahí como a las 8 yo te marco.

-te quiero

-te quiero Gala.

Apenas colgué el celular, solté mi cabello y lo peine mejor, cambie el color de mi gloss, y me quite el pantalón usando una falda, se que el ama que use falda, y zapatillas miu miu, plateadas con estrellas, mi madre me las acababa de regalar, todo perfecto.




Iba  en chinga , en un Bentley negro con asientos de piel, que recien habia mandado a comprar el nuevo marido de mi madre, pase por Isabel y por gala, Darío pasaría por Max y Santiago ellos amaban andar en esa Van que apenas si andaba, por supuesto llegamos primero a la feria.

-hace un madral que no venía a la feria-.dije apenas si Salí del carro, aun no estaba obscuro del todo.

-yo creo que no venía desde que era niña, si no mas recuerdo la última vez que vine fue contigo marjorie.

-yo nunca había venido-.dijo Gala que salió casi corriendo a la entrada, justo llego Darío, con Max que me dio un beso en la boca, uno largo hace tiempo que no lo veía, Santiago no se veía tan feliz.- como odio la feria-.dijo este mientras empezábamos a reír.

Pía y Marian, llegaron después de un rato casi al mismo tiempo que Leah y Bass.

-¿Dios trajiste al rojito?

-no seas mamona marjorie.

-vamos Leah ese tipo no me traga, menos mal que no vino Ana.
-si pues creo que no andan bien las cosas entre Bass y ella.
-me alegro
-¿de que desgracia no te alegras tu?-.dijo Jeff que estaba detrás de mí.
-púdrete rojo.
-¡uh!!
Salí detrás de Isabel, moríamos por comer unos hot cakes, Marian estaba beso y beso con Leo.
-¿por qué se besan tanto?-
-por que leo se irá mañana a los ángeles y estará ahí un tiempo-. Contesto Isabel a mi pregunta.
-¡ah!-
-¿iré a la casa del terror alguien viene?-.pregunto pía

-Jajaja, ve tu miedosa.
-no me da miedo Isabel, solo quería compartir mi diversión-. Pía se marcho separándose del grupo

-te pintaste el pelo marjorie-.pregunto Max tocando unos mechones que salían de mi coleta.
-sí, es azul y lila.
-¡ah! Vente vamos a montarnos en esa res baladilla-. Max parecía niño chiquito me jalo tan fuerte que casi salía volando, pero Bass se puso junto frente a mí.
-Tenemos que hablar-
-¿se murió Ana?
-¿Qué?
-si no es así, no tengo de que hablar, iré con MI NOVIO a divertirme-. Deje ahí a Bass con la boca abierta y Salí detrás de Max, en toda la noche no lo mire de nuevo
-¿has dicho que soy tu novio?
-tú y yo sabemos que no, pero eres lo más cercano-.
-al parecer marjorie no ama a nadie-.dijo Max mientras subíamos las escaleras para tirarnos de la res baladilla gigante




Mi juego favorito por mas ñoño que suene son las tazas de Té esa que dan vueltas y vueltas, deje a marjorie con Max, y me subí a la primera que vi, la rosa empecé a girar.
-¡Tenemos que hablar!-.grito una voz conocida, en la taza de aun lado venia Darío fumando.

-¡NO!

-Isabel, Te amo puta madre no me hagas decir esto.

Esto último me dejo helada sin respuesta, lo mire durante todo el paseo hasta que las tazas pararon.

-dame un cigarro y tal vez te bese-. Darío saco un cigarro y lo puso en mi boca, junto con él en sendero prendido.

-yo opino que me beses.

-tenemos que hablar de muchas cosas, que no se de ti y que no sabes de mi.

-ok ok, pero mientras vamos al twister- no es que estuviera segura, pero me ama y a estas alturas siento que es lo único que tengo a Darío, y lo peor es que el está igual creo.



Apenas si me senté en el carrito para entrar en la casa de terror sentí un escalofrió en mi espalda, abrí mi rosario, e inhale un poco de polvo blanco, entre y sentí como mis músculos se contraían, amaba saber lo que había dentro y aun así asustarme, sentía la piel chinita, de pronto sentí como me susurraban en el oído.

-¿Por qué tan gorda?-. La voz apenas era audible y sonaba gruesa, quise girar mi cabeza para ver quien iba montado detrás de mí pero una mano me lo impidió, poniendo toda su fuerza en mi rostro.

-¡SUELTAME!

-reza conmigo Pía-. Yo seguí gritando pero no había nadie dentro que me escuchara, la voz en mi oreja empezó a rezar;

- Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve. A ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.

-¡LOCO!!! SUELTAME!!

-Y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh, clemente! ¡Oh, piadosa! ¡Oh, dulce Virgen María! AMEN-

Cuando Salí de la casa del terror me baje en chinga, mire el carrito y no había nadie, todo empezó a ir de prisa, no podía hablar sentía la quijada trabada, mi boca empezó a temblar de a madres, Salí corriendo, solo quería ir a casa, corrí, corrí, escuche mi nombre en el aire pero yo solo seguí corriendo.





El celular sonó, se me caerán los dientes si sigo comiendo algodón de azúcar mientras espero a esteban…

-Hola-
-hola esteban, espero que estés ya aquí muero por subir a los juegos.
-este…no podre llegar, tengo mucho trabajo y no podre, te lo compensare luego-. Era una prueba de fuego, o me portaba como niña o como adulta…
-OK, adiós.- colgué el teléfono apenas si sentí como me podía roja de la cara estaba furiosa, tire el algodón al piso y lo aplaste con todas mis fuerzas, dije en voz baja-, ¡mi pequeño sucio secreto!-mire a pía corriendo por la feria, luce asustada.

-¡PÍA! ¡PÍA!

Salí a buscar al resto de mis amigos para ir tras pía….pero algo con encajaba una tipa salió corriendo en dirección contraria de pía, parecía Ana, un montón de gente se puso enfrente de mí y ya no pude verla más.



-¿Vamos a la rueda de la fortuna?
-¿no quieres comer algo?
-¿y vomitar cuando subamos a los juegos?, no gracias

Respire hondo y trate de que mi miedo no se notara pero la verdad es que odio la feria porque odio los juegos, pero soy Santiago Bazua todo un campeón y nada me da miedo, Salí corriendo detrás de Leah…que su apuro a subir al primer asiento que vio libre, solo sonreí chueco y subí, cuando note que nadie me veía, pase un brazo detrás de ella y le bese la frente, lo que se hace por quedar bien, el jueguito empezó a moverse, empecé a sentir hormigas en las plantas de mis pies, era una sensación horrible.

-Santiago, tengo algo que decirte.
-¿Qué pasa? Ya te quieres casar o estas embarazada-. Leah me suelta un golpe en mi estomago, mientras ríe.
-ya Santiago, quiero tu atención enfócate-.
-hoy le conté a mi padre algo que paso en el DF una noticia y no le gusto nada pero sé que te tengo a ti-. Las palabras de una mujer que va soltar una bomba si algo he aprendido de marjorie es que las mujeres son armas peligrosas, ¡Mierda creo que está embarazada! O me va dejar.
-me estas asustando dilo.
-bueno prepárate, ¡me han aceptado en la obra!- apenas dijo esto mis ojos se abrieron mucho y emboce una sonrisa dura que ella no noto-, es de las obras más prestigiosas y podría ser la principal me iré al DF a prepararme, estoy que muero de emoción!! ¡Es lo que más quiero hacer!
-¿Qué pedo? ¿Y luego qué? ¿De qué vas a vivir? Por favor reacciona
-ósea aparte, no lo puedo crees pensé que me apoyarías, eres igual que mi padre yo no quiero dos hombres iguales en mi vida.
-pues no te gusta ¡BAJATE!- estábamos justo en la punta en lo más alto, estaba tan alterado que no note cuando llegue ahí.
-¡PUES ME BAJO!
-¡BAJATE PUES!
-¡PUES ME BAJO!!- Leah logro abrir la “seguridad” del carrito, y puso un pie en el aire, por reflejos la tome del brazo.
-¡BAJATE PUES!

La gente empezó a gritar los dos volteamos hacia abajo, había muchísima gente mirando y señalando a la loca dramática que se quería suicidar en plena feria.

-me bajaría fíjate, pero no quiero asustar a la gente.
-si claro….- la rueda dio más rápido, era obvio que nos querían bajar, mi mano seguía apretando su brazo.



Llegue corriendo a la rueda de la fortuna donde estaba marjorie con Max, Marian y Leo los cuatro estaban idos mirando al cielo como bajaba la rueda, y el resto de la gente murmuraba.

-¡MARJORIE! ¡PÍA! Salió corriendo no se a donde-

-¿Qué? ¿Iba asustada?

-corría como loca, salió de la casa del terror-

-por qué no la seguiste gala-

-traigo tacones Marian no la alcanzaría.

-yo iré por ella marjorie, tu quédate haber que pedo con Leah.

-ok- Marian salió corriendo con leo para buscar a pía, Leah bajo y corrió hacia donde estaba yo y me jalo del brazo.

-¡VAMONOS! Marjorie me voy luego te hablo-. Leah me jalo y ya no me dio tiempo de despedirme.

-¿Qué paso Santiago?

-vámonos de aquí, quiero un porro o algo.

-traigo esto-.Max saco de su mochila una botella de Tequila de mala calidad pero tequila.

Tomo la botella y saco un jugo de piña, y me lo dio-, tómale por favor marjorie.

-ok- tome un poco lo suficiente como para poder meterle Tequila.

Ahí mismo en medio de la feria preparo un agua loca, Santiago tomo de el bote de piña, total ante los ojos de otros era jugo, caminamos hasta mi carro, dentro traíamos un moco de marihuana y forjamos unos cigarros, yo estaba sentada en el asiento trasero con Max a mi espalda y Santiago en el volante.

-le estoy echando a perder, solo el hago perder el tiempo.

-claro que no.

-marjorie, es una puta pérdida de tiempo esto, yo no…ella es tan fragil

-¿la amas no? Leah es mas fuerte de lo que pensamos, se enfrento a su papa por !ti! y eso que no vales mucho

-JAJAJA, pero no sé, tu tomas todo tan a lo ligero tan fácil mírate con el cabron este-.dijo señalando a Max

-¿yo que buey?

-todo en ustedes es tan fácil, ¡COJEN, COMEN, CAGAN y se BESAN!

-créeme amigo esta mujer no es tan fácil

-cállate, no es una pérdida de tiempo



-claro que sí, ya no sé ni que pedo-. Santiago solo movía las manos mientras se fumaba el porro estaba furioso, enojado pareciera que iba explotar, Max empezó a tocar mi espalada debajo de mi blusa con sus dedos fríos, yo empecé a reírme como loca y a besarlo, pero pare cuando escuche a Darío subirse al carro justo a un lado de Max.

-Isabel se fue con Marian y leo a buscar a pía.
-¿Y?-pregunto Santiago tan repugnante como siempre
-¡se llevo mi VAN!- Darío le soltó un golpe en la cabeza
-¡PUTA MADRE!
-¿ustedes que van a tener sexo ahí con nosotros presentes?
-si no fueran tan idiotas tal vez.
-Jajaja, vámonos-. Dijo Santiago prendiendo mi carro.
-¡No! Yo manejo tu ya fumaste mucho-. Me pase al asiento delantero junto con Max, y arranque el carro tenía que llevar a Max a su casa.
-marjorie, mejor no me lleves está muy feo por donde vivo y es tarde
-ok-. Agarre una curva y justo en ese momento un carro compacto se me atravesó y apenas si alcance a frenar, Max atravesó su brazo para salvar el impacto mientras Santiago me agarro los hombros demasiado fuerte, un tipo bajo del carro y apunto con su pistola, del asiento del copiloto salió otro con pistola también.
-¡Bájense!
-no mames- dijo Darío mientras le daba un trago a la botella de tequila que estaba a un lado de este.
-¡Bájense!-. El primer tipo abrió mi puerta y me abrió podía sentir su arma apuntando a mi brazo a quemarropa.
-Santiago se acerco y me jalo del brazo para apartarme, cuando mire a Max el segundo tipo le estaba apuntando a la frente, sentí que el corazón se me salía.
-¡no se asusten no llevamos el carro!
-¡NO! Esperen-grito Darío metiendo la mano al carro para sacar la botella-, déjenme esto.
-Carnal, aviéntale unos botes-. El segundo tipo se movió al auto compacto y saco un six y se lo dio a Max, mientras lo aventaba a un lado.
-Adiós niña rica-.grito el primer tipo arrancando mi Bentley negro con asientos de piel, así como si nada perdí mi carro.
-¡Me Cago!-.grite mientras corría donde Max.
-por lo menos salve tu bolsa-.dijo Darío con mi bolsa en la mano, y la botella.
-¡Cabron eres listo puto!-. Grito Santiago que abrazo a Darío.

Ahí esperamos a Isabel un rato, acabamos con la botella y el six, acabamos con la marihuana que quedaba para cuando llegaron Isabel y Marian ya sin Leo nosotros estábamos hasta la madre, esa noche ya no supe de Gala ni de Leah y Marian no encontró a Pía, hasta en la mañana sabríamos de ella.











**no hay cancion pero si se saben una chila y que le quede me dicen :)
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