martes, 31 de agosto de 2010

la verdad sea dicha cap.6

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- Madre cuando hablaremos del tema?

- En cuanto tú quieras amor.

- Quiero saber todo.

Mi madre comenzó a acariciar mi pelo el avión despego, lo típico Elizabeth comenzó con el dicho de “todo lo que pasó no fue tu culpa” y esto claro lo dicen cada que tú metes la pata sin querer queriendo.

- Tu padre estaba viviendo con una mujer duro unos años con ella y tuvieron un hijo tiempo después se separo de ella y me conoció, vivió conmigo claro yo sabía de la existencia de la ex pero nunca había sido un problema, hasta el día que le conté que estaba embarazada, el dio gritos y saltos estaba feliz se lo dije por la mañana antes de que se marcara al trabajo lo único raro que note ese día fueron sus zapatos de gala y que llevaba su smoking, ni siquiera le pregunte por que lo llevaba , rato después llevo Smith estaba tan alterado que ni siquiera me dio tiempo de preguntar qué pasaba cuando me lo soltó me dijo así como si nada “Elizabeth, enrique se está casando en la sagrada familia” me quería morir no lo podía creer hija en ese momento todo se vino abajo Smith en ese entonces trabajaba en la aduana así que teníamos un carro que era una ambulancia prácticamente anduvimos a prisa hasta llegar a la iglesia donde tu tío Smith lo había visto estando ahí me quede helado no podía entrar no podía él me había engañado de verdad marjorie había puesto todas mis ilusiones en alto y después las boto así como si fuera cualquier cosa, termine entrando a la iglesia y te va a sonar de novela pero no deje que se casara con esa mujer que al verla me di cuenta de que era su Ivette se iba a casar con su ex. Cuando salí de esa iglesia no volví a verlo y aun llevo 16 años sin verlo y no había pisado el D.F hasta hoy.

- Lo siento mama

- No marjorie, no pasa nada todo está bien, pero de verdad espero que puedas perdonar a tu padre no quisiera que te hicieras daño y recuerda que el siempre estuvo ahí para ti.

- No mami yo no le quiero ver de nuevo y no quiero tocar el tema de otra vez.-
mire por la ventanilla ya se podia ver las nubes del cielo, yo ya no queria volver a volar para ver a enrique.



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