miércoles, 8 de diciembre de 2010

Between sky. cap.55

El beso fue perfecto toque sus labios despacio, ya era toda una experta pero no era lo mismo con David que con otros.


-¿Qué tienes en la boca?-. Pregunto

-Jajaja-. Saque la lengua para enseñarle mi pequeña travesura, mi arete

-fue divertido, ¿quieres una copa?

-claro…-estaba más nerviosa que toda mi vida, sabía que pasaría es algo inevitable él era mi excepción.

Abrió la puerta de la azotea, con una llave, esto no es allanamiento al parecer el tiene acceso al edificio, lo seguí por las escaleras sin decir nada, ya había estado en ese edificio, era un museo, y digo era porque ahora era la casa de David, tenía su cama su pequeña sala y oficina todo en el segundo piso…

-aquí vivo ahora, en un museo.

-vaya, es genial ¿y la cocina?

-en la parte baja, pero da un poco de miedo ir así que no te lo recomiendo.

-Jajaja, ¿el adulto tiene miedo?

-no, pero te traje a ver las estrellas recuerdas-

-primero no creo que debajo de tu techo veamos muchas y segunda ya vi demasiadas-

-lo último no lo entiendo, ahora cierra los ojos tú…-

Cerré los ojos y sentí la luz apagarse, las manos me sudaban y las piernas me temblaban, podía sentir que respiraba en mi oído, lo olía cerca de mí y sentía su cuerpo tan pegado a mí, me quito el abrigo…

-¿ya puedo abrir los ojos?

-ya…

Era perfecto el techo estaba lleno de estrellas como si de verdad estuvieran ahí para mí pero no era así, era falso…parece tan real…

-¡WOW! Quiero uno de estos.

-hace poco antes de cerrar el museo tenía una exposición estelar, así que el techo se quedo con esta magia….

-me ha encantado-. Dije girando mi cuerpo para tenerlo de frente…sentí sus labios cálidos, temblorosos, bueno tal vez los labios que tiemblan son los míos, me sentía tan frágil…empezó a acariciarme poco a poco, reaccione y empecé el juego…aun que él no lo supiera yo ya había ensayado esto una y otra vez… solo que en el momento no es lo mismo que en los sueños dentro de la tina…le quite la camisa y el la mía, podía sentir sus dedos lentamente sobre mi busto después por mi espalda, el escalofrió recorrió mi cuerpo, las manos no dejaban de sudar…tome su camisa y me la puse encima, ¿quería o no quería? Si, si quería continúe besándolo…era todo mío.

-¿estás segura?

-si-. Lo tome por el pelo y lo bese, el me aventó a la cama,

Ya no había vuelta tras ahí estaba. Desnuda bajo su cuerpo, que se mecía, ahí estaba mirando mis dos cielos, el artificial y David que hasta el día de hoy había sido platónico, tenia los labios suaves y la sonrisa exacta,

¡Era exacto para mí!

Le clave las uñas en la espalda, y pegue un grito ahogado al sentir aquel goce que ninguna droga había provocado, solo el...como era que me sentía en el cielo, aun me da miedo la caída de tan alto, porque algo era seguro dentro de dos días esa caída seria realidad.

Me acurruque en sus brazos, claro no puedo dormir a mi cabeza vienen tantas cosas sin sentido hasta que el interrumpe.

-feliz cumpleaños marjorie-. Dice dándome un beso en el hombro y asomando su rostro para ver mi expresión, aun estando oscuro siento como me pongo roja y de la piel china.

-sin duda el mejor cumpleaños-. Dije cerrando los ojos…

Me pesaban los pies y no sentía las manos, me sentía como un muñeca de trapo, acaba de estar con el hombre que siempre quise y sin embargo, todo lo demás no me deja estar tranquila y dormir.... agarro mi abrigo y me lo pongo, sobre la mesa de la cama tiene una caja de cigarros al parecer aun fuma, y al parecer le gustan los buenos cigarros sobranie, tomo uno y lo prendo…está claro que estar entre mis dos cielos me traerá consecuencias, todas las consecuencias de las que he estado huyendo y de una llega David y las tira todas por la ventana.

-¿no iras a irte dejando un recado con lápiz labial en mi espejo verdad?-. Tal vez si no se hubiera despertado lo hubiera hecho.

-no demasiado clásico-. Me agache para tomar mi cámara de mi bolso…cuando la vio sonrió.

-claro no se puede dejar de ser fotógrafa aun que se esté desnuda.

-me gustan los desnudos-. Le saque una foto

-eso es un celular-. Dijo sentándose en la cama en busca del sonido, no lo habia notado pero el museo tenia cristal por todos lados y el se veia estupendo,
-es el mío… ¿donde lo deje?-.dije despues de babear todo el piso

Justo debajo de su pantalón estaba mi celular, llamada privada…

-¿bueno?

-buenos días marjorie, puedes venir a la policía por mi…

-claro, salgo para haya-. Colgué el móvil, poniéndome el vestido y buscando mis cosas.

-¿qué pasa marjorie?

-es Max, está en la policía, ¿me llevas?

-claro, ocuparas un abogado…vamos.

Salimos del museo rumbo a la policía, cuando llegamos la sorpresa me la lleve yo al saber por qué estaba ahí Max.

-ha golpeado e iniciado una pelea en una fiesta.

-saben con quién o porque.

-si tenemos al otro joven un tal Roberto y algo…no ha hecho ninguna llamada.

-¿Roberto?

-¿quién es marjorie?

-pagare la fianza de Max…

-entonces puede pasar con el guardia por él.

-gracias.

Así pase hasta el separo donde estaba el sentado en la cama de cemento con la cabeza entre las manos, siempre estaba así cuando no sabía qué hacer.

-¿Max…nos vamos?

-marjorie, que bueno que has venido.

-no creías que te dejaría aquí verdad.

Caminamos por el pasillo de los separos había dos que tres borrachos…hasta que sentí que tocaron mi brazo y me gire para encontrarme con Roberto en su separo.

-ni pienses por un momento que se quedara todo así.

-no se dé que me hablas.

-tú y ese Max me las pagan.

El policía de guardia le soltó un golpe en el brazo que lo hiso pegar de gritos, mientras Max me jalaba.

-¿está todo bien?-. Pregunto David al ver mi cara que de seguro daba pánico, no sabía que quería decir Roberto pero era algo grueso.

-si…vamos-.salimos de la policía afuera estaba helado, sonó mi celular era Marian preguntando donde carajos estábamos.

-vamos deje el coche dentro del estacionamiento.

-no, nosotros nos vamos en taxi David-. Dije al tiempo que paraba un taxi y Max se metía en el.

-pero marjorie….

-No me busques, yo te llamaré...David-. Dije subiendo al taxi con Max, aun no sabía que pensar, aun no entendía lo sucedido, solo sabia dos cosas me había gustado y ya no era más un juego de niña chiquita, le quería mucho como a ninguno.

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