martes, 16 de noviembre de 2010

cafe y lapiz labial. cap.46

Domingo cumple de Isabel y Desayuno en el hotel Eleven cortesía del Diputado Arsis, quien coño es el, pues ni más ni menos que el padre de Titán un diputado con fama de bueno ya sabes hace obras de caridad, desayunos de caridad etc. Hoy toca un desayuno de esos donde toda la gente aburrida asiste el chisme esta a todo lo alto y todos te sonríen como si de verdad les cayeras bien.


-¿Qué te pasa Isabel?-

-Nada.

-vamos hoy es tu cumpleaños diez sí siete años no son cualquier cosa.

-perdona, no me siento bien.- Isabel se levanto y se marcho, Marian la siguió, justo cuando me pare empezó el cotilleo de las mesas eran chicas del san Nicolás y de San Sebastián, seguí a las chicas al baño ahí estaba Marian con Isabel recargada en la pared llorando.
-que te pasa, no Isabel no llores.

-Es que no lo puedo evitar, ¡ocupo encontrarla!

-¿A quién Isabel?-pregunto Marian quien estaba al borde de las lagrimas.

-a mama, saben cuando cumplí diez años y fuimos al parque de diversiones, papa me dijo que mama se había ido a un viaje pero que regresaría, saben ella nunca regreso, después de eso la paso muy mal en mis cumpleaños solo espero que ella regrese, saben todo está perfecto con Darío con papa incluso Bianca no me molesta tanto, pero tengo un hueco en el estomago…no se qué hacer.

-Búscala, es lo mejor que puede hacer.-

-pero dile a tu padre que lo harás…

-Claro…-

Cuando salimos del baño fuimos rumbo al patio a fumar un cigarrillo pero justo cuando iba saliendo estaba mi madre con el padre de Max.

-¿marjorie ese no es el señor salvador?

-si, el papa de Max, ¿que creen que este haciendo aquí y con mi madre?

-no creo que sea nada bueno.-dijo Marian.

-ni yo.-me acerque a mi madre y su acompañante, para saludar, pero cuando ella me miro se le abrieron los ojos.

-Cariño que haces aquí.

-Hola señor, que gusto verle.- le estreche mi mano seguida de la mano de Marian e Isabel que también lo saludaron.

-Hola marjorie.-

-¿y qué hace por acá?

-Tu madre me ha invitado a tomar café.

-Tan considerada ella…

-jajá, claro amor tengo que conocerle ¿no?

-si claro.

-yo ya me iba jovencita, fue un placer verlas.

-igual señor salvador.-mi madre se marcho dentro del hotel al igual que el señor salvador se marcho rumbo a la calle, no puedo con la duda.

-Isabel, Marian vean que mama entre ahora vuelvo.

-ok.- Salí corriendo tras el señor salvador.

-¡Señor salvador! ¡Espere!- él se paró en seco para esperarme.

-Sí.

-dígame a que vino.

-al grano a si me gusta, no como tu madre que me dio largas.

-¿me dirá o no?

-Elizabeth no quiere que mi hijo esta cerca de ti, me ha ofrecido un trato y si no lo acepto habrá problemas.-

-¿eso hiso?- puf... de mama no lo puedo creer.

-Ella solo quiere protegerte y tiene razón, maxi y tú no tienen nada en común.

-¿Qué mierda me está diciendo? ¿Acaso acepto el trato?

-No, eso se lo dejo a mi hijo pero me encargare de que tome la mejor decisión.

-No señor salvador, esto solo nos concierne a Max y a mí a nadie más.

-tu madre no piensa lo mismo, aparte tu no amas a mi hijo eso se nota.

-claro que no lo amo tengo 16 años a esta edad solo se puede amar la computadora o el celular, pero a un hombre no.

-yo creo que Max pierde el tiempo contigo…

-pues yo creo que soy lo mejor que le ha pasado a su hijo, y no voy a dejar que me caguen esto que hay entre nosotros solo porque según ustedes no tenemos nada en común, que pase un buen día.- dicho esto regrese al hotel, de donde me marche antes de que terminara el desayuno, llegue a casa cogí unos jeans ya no soportaba los guantes y la falda, me coloque encima lo primero que vi y me marche al centro comercial, pero cuando estaba pagando la ropa mire a  Rodrigo el jardinero y al parecer de pobre no tiene nada, al menos que se gaste su sueldo en una camisa y saco chanel.

Después un rato de compras camine hacia el parque de patinaje seguro ahí estaría Max o al menos ahí se la pasa todos los domingos, cuando llego al lugar todos me miran claro traigo finta de chica equis pero con bolsas chanel ahí esta Max cuando me mira se congela…

-¡Hola marjorie!

-tenemos que hablar Max

-¿qué paso?

-mi madre llamo a tu padre al pareces no quieren que nos veamos.

-no fue tu madre quien llamo si no mi padre.-

¡Vaya eso no me lo veía venir! Su rostro esta serio, está pensando lo mismo que yo estoy segura.

-¿me quieres dejar de ver?

-¡no!-

-eso me alegra.- me tomo por la cintura y me beso mientras que sus amigos nos hacían burla.- creo que me iré, tengo cosas que hacer.

-si supongo que venir de compras cansa.

-JAJAJA, hablando de eso, toma.- le extendí una bolsa con una camisa dentro.

-¿y esto?

-mientras compraba quería regalarte toda la tienda…

-Jajaja, gracias marjorie.

Cuando llegue a casa, estaba mama con una copa de vino en la mesa tenía una sonrisa de oreja a oreja como si hubiese ganado el mejor premio de todos.

-¿pasa algo mama?-

-todo eso compraste.- dijo al ver las bolsas de ropa.

-si te compre algo, un brazalete ahorita te lo enseño, ¿pero dime que tienes?

-Tu padre pospuso su boda…

-ah….-ni siquiera me atrevo a preguntar razones, solo sonrió la verdad me muero de felicidad, espero este todo bien, subo las escaleras y me meto en la en la tina….hasta que suena mi cel.

-¿Bueno?

-antro en la noche.- dijo Isabel desde el otro lado del teléfono.

-te veo ahí.- que mejor forma de celebrar la boda fallida que ir a beber un poco…

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