martes, 23 de noviembre de 2010

odio los gatos. cap.50

- Santiago, en serio te recomiendo que quites esa sonrisa, te delata totalmente- le dije mientras el notaba sus comisuras totalmente alzadas


- déjame Marjorie, hoy es un mes que ando con Leah, la neta es un buen día déjame ser.

-también hoy dan los resultados de los análisis, ósea que hoy le toca regaño.

-nah, ella está limpia podrá decir fácil que fue un error.

-¿y que le darás de regalo de cumpleaños?

-eso no lo sé todavía me acompañaras en la tarde a comprar eso y algunas cosas para el viaje, por que en unos días serás mas vieja compañera.

-¡CALLA! Aun no llega Leah y la profesora va cerrar el salón, vente la esperamos dentro.

-mira ahí está su amiga, mmm… aun no me sé su nombre.- su sonrisa no se borraba, le podría decir que había reprobado año y el seguiría como idiota, claro jamás admitiría que se siente bien, bueno más que bien con esta relación espero duren porque ellos son demasiado…fríos.

-es mi imaginación o Summer te mira como si te quisiera acuchillar.

-¿Summer? Así se llama claro ahora lo recuerdo- cuando pasa por un lado él la para en seco tomándola por el hombro -¡oye tu!, ¿sabes dónde está Leah?-

- ¡Summer, ese es mi nombre! eres su novio y ¿no sabes?, en una clínica, intentando comprobar que no es una adicta, como tú y los tuyos, seré honesta, no me caes bien, y si tanto la quieres ¿porque la metes en esto?- simplemente nos mato con la mira, un buen comienzo Santiaguito.

- ¿Quién dijo que quiero caerte bien? , y no soy adivino, no sabía, lo siento ¿de acuerdo?- se va, y yo no me preocupo, estoy segura que los análisis saldrán negativos, Leah es demasiado buena como para meterse algo, o andar con tonteras, conclusión Leah es muy contraria a mí y a Santiago.

-vente horita que salgamos le marcas….-

Ya quiero salir en el salon solo estan chismeando no soporto un momento mas, Leah no me contesta ni en su móvil ni en su casa necesito saber cómo esta…apenas dio la hora de salir del salón y corrí hacia el carro, maneje lo más rápido posible para llegar a su casa…después de un rato en el auto me di cuenta de que no tengo razón por la cual ir…toco la puerta…justo por un lado de mi un gato negro eso no puede traer nada de suerte.

-¿si?-es un señor de pelo rubio con canas bajo de estatura y con lentes.-te puedo ayudar en algo.

-si busco a Leah, soy…-

-ya lo atiendo yo papa-Leah había interrumpido en la sala antes de que dijera mi nombre.-

-¿estás bien Leah? No contestas mis llamadas y me dijo esta tipa que ya habías ido a la clínica-hablaba sin parar y sin decir nada concreto, su cara estaba confundida.

-mi padre esta encabronado y no me quiere hacer otra prueba, jura que soy culpable.

-déjame explicarle.

-Jajaja, ¿qué le vas a explicar que le salve la vida a tu amigo el drogadicto?-cuando ella lo decía sonaba muy mal.-

-vamos te llevare hacerte unos nuevos y se los entregas y listo.-

-esa es una buena idea pero tendría que salir de casa y no creo que a papa le guste la idea.

El padre de Leah salió tenía la cara más seria parecía mi propio padre.

-largo de aquí jovencito, ¿no te quedaste augusto metiendo a mi hija en drogas?

-¡PAPA!

-yo no he hecho nada de eso señor.

-claro que si Santiago Bazua- y este como sabe mi nombre.- ¿o que crees que no se que ustedes dos son novios?

-papa, te lo explicare todo solo dame una oportunidad

-no Leah de ti ya no quiero nada, estoy tan decepcionado.

El señor dio la vuelta y cerró la puerta jalando a Leah al interior y dejándome ahí parado con todo un discurso de las cosas buenas que yo tenias, de eso el no quiso saber nada, lo peor es que ya esta semana es el viaje por el cumpleaños de Marjorie, si no creía en supersticiones ahora sí que creo, odio a los gatos.

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