viernes, 17 de septiembre de 2010

ahogando a la razón. cap.15

-Isabel, ¿has visto a Danny?


-No, creo que lo vi subir.

-¿Me acompañas?, ocupo entregarle este trabajo.



Subimos las escaleras hacia el tercer piso, nunca pensamos esto de él, de hecho hasta nos gustaba a las dos, hasta que lo vimos ahí; ¡besando a un hombre...!



-¡Danny!

-Dios, dios, no es lo que piensas, bueno sí.

-Dios Danny.

El chico que estaba con él se marchó, ni siquiera pude ver quién era.

-Déjenme explicar lo que pasó.

-No Danny, tú no tienes que explicar nada.

-Caro que no Danny, ninguna de nosotras dos te vamos a juzgar mal.



Danny salió disparado a darnos un abrazo, lloraba y lloraba, creo que el hecho de que alguien aparte de él supiera su orientación le daba un respiro.



-A mí las mujeres siempre me tiran el rollo.-Dije queriendo romper el hielo.

-Sí ya lo creo, eres hermosa.

-Danny, es obvio que tus padres no saben de esto ¿verdad?

-No, no saben Isabel y les voy a pedir discreción, es mi vida y si lo diré, pero no es el momento.

-¿Y el es tu novio?-Pregunté.

-Sí, casi vivo con él, lo amo.

-¡Wow...!

-Yo solo venía a decirte que iremos a un bar el fin, ¿quieres ir?

-Si claro que sí.

-Tu novio puede venir.- Dijo Isabel.

-Eso es grandioso.



Bajamos las escaleras ya con lo visto asimilado y aceptado, Danny era gay, eso no importaba igual seguía siendo él, e igual yo podría ser su amiga, al final de cuentas el amor así es, sin distinción, sin edad, sin límites….y de eso nos olvidamos tan fácilmente.

Saliendo del cole nos fuimos con Marian a su casa a comer, una vez a la semana su madre nos invita a ir, siempre vamos pues no cuesta nada, íbamos Isabel, Pía y yo. La comida estuvo fantástica, después de retirarnos de la mesa fuimos a la sala.



-Iré por agua a la cocina, ¿alguien quiere?

-No gracias. -No. -No.

Y ahí estaba sacando la jarra del agua del refrigerador, cuándo él entró…

-¿Me puedes dar un poco?, por favor.

Mi mirada en definitiva se fue directa a su brazo tatuado y su pelo largo, era muy apuesto.

-Sí claro, ¿y tu quién eres?

-Soy Rodrigo y limpio la piscina, también hago la jardinería de la casa.

-Ah.- Era el jardinero.

-Gracias por el agua.

Y salió justo como entró.

-A que no saben qué cosa más buena he visto en la cocina.

-¿Qué viste?- Preguntaron las tres con curiosidad.

-Un jardinero que esta mas bueno que yo.

-Ah… el jardinero.- el tono de Marian me ponía preguntas en mi cabeza.

-Sí, el jardinero, está muy bueno lo has visto supongo, ¿no Marian?

-Sí algunas veces.

-Yo creo que saldré a que me pegue el sol.

-No vas a ninguna lado Pía, subamos a mi habitación, tengo algo que decirles.



Subimos a su habitación, hecho seguro a la puerta y lo soltó, Marian se acostaba con el jardinero que también limpiaba piscinas.



-¿Te estás acostando con el chico de la piscina?

-Sí.

-Pero, ¿andas con Leo?

-Sí.

-¿Que te pasa Marian?, ¿sabes cómo se le llama a eso?

-Ay no seas tan apretada Isabel, y tu Marjorie, ¿qué piensas?



Yo estaba parada mirando al chico de la piscina por la ventana, yo también me acostaría con él, pero ella no podía, era Marian, estaba acostumbrada a Leo, su novio, lo había aceptado hace tiempo, pero esto del chico jardinero, no era igual.



-Nada, me da igual ¿no? Es muy tu pedo.-La verdad me daba miedo, ¿qué tal si Leo se entera y se pone como loco?, a mi Marian me importa un buen, espero no pase de un acostó.

-La neta sí es muy tu rollo, solo cuídate.-Dijo Pía.

-No puedo creer que no te importe Marjorie.- Se paró y se salió de su habitación, ósea ¿que esperaba escuchar de mi?

-¿De verdad no te importa Marjorie?-preguntó Isabel con mucha preocupación, la razón no la sé.

-Claro que me importa tanto como a ustedes.

-Él tipo es muy apuesto.

-No seas sucia Pía.

-Ay ¿mañana iremos al bar verdad?-Pregunto Isabel, tratando de animar la conversación.

-Sí, sí, ¡ya sabemos que no quieres estar sola con Carlos!- esto me salió casi a grito y con un tono molesto; después de lo de Marian no podía tener otro humor.

-Gracias, como que te amargaste, ¡yo no tengo la culpa de que Marian se ande acostando con hombres y no contigo!

-Retira lo dicho Isabel.

-Ya no se pelen, no tiene caso.- Dijo Pía.

-Yo me largo, ¿vienes Pía?

-Sí, adiós Isabel te vemos en el bar.



Isabel ¿tenía razón?, digo, Marian siempre ha sido la más bonita y siempre he dicho que si yo fuera hombre la haría la mujer más feliz, pero no, ella es mi amiga y cada quien tiene a su galán, hay un tipo de amistad que rompe el límite de la intimidad, yo creo que por eso te enamoras de tus amigas de la manera más pura y desinteresada, yo amaba a Marian al igual que a Isabel y Pía... Ellas sin duda son mis amores.

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