-Pensé que no vendrías.
-¿Sabes que el número de tu habitación es aterrador?
-Me gusta dar miedo.
-¿Y qué?, ¿vives aquí?
-Exacto, ¿te gusta?
-Es un hotel muy caro, seguro lo pagas con la droga.
-¡Shh...! No hables de eso, viniste aquí por qué quieres algo de mí.
-Lamentablemente, sí.
-¿Y como me vas a pagar?
-La vez pasada tu no quisiste mi dinero.
-Bueno, es que tú me gustas para otro tipo de pago.
Se bien a lo que se refiere, él quiere sexo a cambio de esas malditas pastillas, si lo veo por un lado no es feo su pelo negro largo me encanta y su arete en la nariz me fascina, tiene un rostro demacrado, supongo que tener tanta fiesta tiene su costo, pero no es para nada feo y se ve que es todo un buenazo en la cama, pero si lo veo por otro lado esto es prostitución, de igual forma no lo haré porque de verdad quiero a mi novio. por lo menos un poco, pero sí, Charlie me mueve machín el tapete.
-Jajá...
-¿Qué pasa?, ¿acaso da risa lo que dije?
-Sí, jamás me voy a acostar contigo...
Me tomó por la cintura mirando cada parte de mi rostro, toco mi cuello, aparto mi cabello del rostro y me beso, yo solo me deje llevar, y paso así de fácil, ya estaba desnudo en la cama y así de fácil deje de ser virgen.
-¿Qué decías?, sobre que jamás te acostarías conmigo.
-Calla- tenía esa sonrisa estúpida que todos ponemos cuando no sabemos qué hacer cuando él está ahí.- ¿Qué no puedo tener un momento de lujuría?, a todos les pasa ¿no?
-Espero que no se quede solo en un momento de lujuría.
-Es todo lo que tendrás de mi Charlie, y eso si quieres y si no pues puedo conseguir quien me venda y listo.
-¡Ok! Me agradan los momentos de lujuría.
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