-¿cuántas veces te tengo que decir lo mismo? no recojas gatos en la calle
-mami, pobrecito míralo esta todo flaquito
-no, no sácalo de aquí ahora mismo-se acerco a tomarme por el pelo y arrastrarme hasta la puerta
-me duele mami
-es por tu bien, recuerda “las niñas malas van al infierno y las buenas al cielo”
-si mami
-cuando regreses quiero que te pongas a rezar y pedir perdón por desobedecerme
-si mami.
Seis años después
Los gritos de mi madre suplicando que no le abandonara mi padre, eran demasiado fuerte, de esta no me salvaba mi sabana empecé a llorar cuando sentí que alguien se metió en mi cama era Vanesa
-Pía, ¿papa nos va a dejar?
-a nosotras no, papa solo se irá dormir a otra casa- los gritos se hacían más fuertes- papa se arto de oír rezar a mama
-¿igual que tú? No te vayas a dormir a otra casa hermanita.
-no Vanesa te prometo quedarme a cuidarte y ya cierra los ojos
-buenas noches hermanita.
Ni siquiera pude pegar el ojo en lo que me quedo de noche mi padre se había ido dichoso el que podía dejarlo todo e irse que no diera yo por largarme.
-hija ya es hora párate y trae tu rosario
-mama ya no voy a rezar contigo
-¿qué has dicho? ¿Tú también me vas abandonar? Yo que te he dado todo hijita.
-mama que no te das cuenta que todo este rollo de la religión te ha traído problemas, hasta mi padre se arto de ti, si no me voy con él es por Vanesa-
-pues largo de mi vista, vete a pecar con los hombres lujuriosos que andan detrás de ti o ¿crees que no lo he notado?
-adiós mama
-recuerda pía las “niñas malas van al infierno”, ahí quieres parar verdad
Si , quería ser mala quería tener el valor que muchos tienen para hacer lo que les plazca y entregarme a mis deseos.
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